CNEP

La calidad educativa son dos palabras que en los últimos años se ha escuchado en todas las escuelas de nuestro país;  ante un mundo cada vez más exigente y demandante, en el Instituto Morelos tomamos la decisión de participar en un proceso de acreditación que la Provincia Escolapia de México propuso, cuyo objetivo consiste en fortalecer la calidad, entendida como una actitud de hacer mejor las cosas de  manera permanente desde los aspectos pastoral,  académico, administrativo y social.

El hecho de obtener una acreditación por la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP), bajo el 4° Modelo del Sistema de Acreditación de Calidad Educativa (S.A.C.E) garantiza la formación que se ofrece, mejora los resultados de aprendizaje,  genera ambientes de calidad en el trabajo, busca vivir los valores enfocados a una escuela en clave pastoral y el reconocimiento público a nivel nacional, que impactan en el corazón de la Escuela, el aula.

Todo esto nos lleva a verificar y asegurarnos que realmente somos lo que ofrecemos a la sociedad y darnos cuenta de cómo estamos haciendo las cosas, para así fortalecer nuestros aciertos y atender nuestras áreas de oportunidad de manera eficaz y oportuna. 

El modelo en que nos acreditamos se fundamenta en:
1) Un marco humanista que genera una cultura de la calidad en el servicio educativo que brinda la escuela.
2) Tres principios básicos: participación, solidaridad y coherencia.

Una característica importante es que el proceso citado anteriormente se enfoca primordialmente en el carisma calasancio, que es el que nos distingue a diferencia de las demás instituciones educativas en nuestra sociedad.

Otra característica importantes de esta acreditación es que a nivel personal:
– Promueve la reflexión.
– Genera el trabajo en equipo.
– Mejora la autoestima.
– Reconocimiento al trabajo
– Promueve el desarrollo profesional
– Garantía de cumplir con estándares.

En conjunto, este proceso se ha convertido en una fuerza impulsadora para estimular el mejoramiento de cada uno de nosotros. Y nos lleva a formar parte de la historia de la institución y de la educación en México, pues desde ya hace algunos años se busca incidir en una cultura de evaluación como mecanismo para la mejora de la calidad, eficacia, eficiencia y pertinencia de las instituciones.

Finalmente, todo este proceso de acreditación nos da certidumbre y estabilidad, ya que es una gran oportunidad para conocernos y reconocernos; valorarnos y revalorarnos; y si es necesario, reinventarnos cada día en pro de nosotros, de nuestra Institución y de nuestros alumnos.